Mas Tomàs. Partida Matella, 12163 CULLA-CASTELLÓN
Del 6 de abril al 26 de mayo de 2019
Inauguración: Sábado 6 de abril, 19 h. con la presencia del artista Mario Vélez
y la actuación especial de NILS AND HILLS.
Mario
Vélez nos
presenta «Reptante» en la Coll Blanc
Espai d’Art de Culla-Castellón.
La obra del colombiano Mario Vélez
(Medellín,1968), supone contemplar la memoria de la naturaleza y el calor del
color en su pintura. Mario Vélez pinta cuando escribe y escribe cuando pinta y
dibuja, utilizando un lenguaje austero y primitivo que tiene sus orígenes en
las culturas precolombinas del suroccidente colombiano. Sus formas ovoides
originarias, nos introducen en los albores de la expresión plástica y en una
órbita de formas simbólicas llenas de mitologías propias de tiempos pasados,
conjugadas entre lo humano, el cosmos y la naturaleza. Reptante, es el nombre
que recibe su trabajo realizado en la galería Coll Blanc de Culla
(Castellón-España), cuya residencia, inició el pasado mes de febrero,
finalizando con la exposición de su trabajo que tendrá lugar el próximo 6 de
abril. Reptante es quien se mueve o anda arrastrándose como las serpientes y
otros reptiles. Reptar, también significa cambiar de posición, trasladarse, y
con ello, mudar la piel a través de los cambios de su mirada y del paisaje que
la rodea: de la frondosidad de los bosques andinos, al paisaje mediterráneo de
roca y almendros que rodea a la galería Coll Blanc.
Sus pinturas, sus piezas escultóricas, sus
dibujos y videos, son expresiones de la exuberancia de todo lo que el artista
es: sus momentos de cambio, de transición y de canalización de energías. Las
rocas, como materia en estado sólido, cobran especial protagonismo en su
trabajo. Recogidas tanto en el río Cauca, el segundo más importante de Colombia
y cercano a su Medellín natal, como en los alrededores de Coll Blanc, Mario Vélez
las humaniza buscando su identidad al limpiarlas, cubrirlas de barro y
vestirlas con telas de diferentes colores. Empujadas por la mano del artista,
dejan un rastro de movimiento en busca del agua reflejado en el papel, cual
piel grabada en un soporte, para dejar constancia de aquello que repta, de
aquello que se mueve, como si de un canto rodado se tratara. Sus manos se
entrelazan entre las ramas y las raíces secas recolectadas en el espacio que
actualmente habita. Sus huellas aparecen impresas en el barro que las eleva a
obras autónomas, cuya impronta, se convierte en una acción ceremonial, casi
enigmática, de valor simbólico y poético.
Coll Blanc ha supuesto para el artista una
introspección, un mirar hacia su interior en una soledad mística basada en un
aislamiento, cuya trascendencia, alimentada por la aridez del paisaje
mediterráneo, le ha permitido reflexionar sobre la forma y la sobriedad de su
trabajo, evocando lo natural y creando lazos entre dos territorios, lejanos,
pero cercanos en senderos serpenteantes, a través de los cuales, repta y muda.
Irene
Ballester Buigues, Comisaria de la exposición